Curiosamente, una dieta para la salud de la vista es similar a lo que se comería para beneficiar a otras partes del cuerpo. Marchetti dice: «Si comes sano para el corazón y cognitivamente sano, probablemente ya estés cuidando tus ojos». Y añade:
«Merece la pena pensar en la salud de tus ojos a partir de los 30 ó 40 años, ya que es cuando pueden producirse los primeros cambios anormales en la mácula.»
Tienes que comer muchas frutas y verduras de colores que contengan los nutrientes antioxidantes que mejoran la salud ocular. Entre ellas están la col rizada, las espinacas, las yemas de huevo, los pimientos anaranjados, las frambuesas, los arándanos, el brócoli, el kiwi, la calabaza, el calabacín, las uvas y el zumo de naranja. Intenta comer al menos cinco raciones al día de frutas y verduras, y unos cuantos huevos a la semana; ¡ya no están limitados para las personas con colesterol alto!
Piensa en el pescado
Los ácidos grasos omega-3 son importantes para la salud ocular, especialmente para ayudar a prevenir la sequedad ocular que afecta a una de cada nueve mujeres mayores de 40 años. Prueba a comer pescado azul (salmón, caballa, sardina, atún) una vez a la semana o toma un suplemento de aceite de pescado a diario. El pescado blanco y el marisco también contienen zinc, que ayuda a mantener la vista, así que incluya también una ración de ellos cada semana.
Considera la posibilidad de tomar suplementos
Si tienes antecedentes familiares de daño ocular, merece la pena tomar un suplemento de luteína y zeaxantina. Esto se debe a que necesitaría comer unas 10 tazas de repollo o brócoli para obtener la cantidad suficiente de estos nutrientes, puesto que ya corre el riesgo de desarrollar daño ocular.
Hazte pruebas
Sométete a exámenes oculares periódicos: ¡son mucho más que unas gafas! tu oculista suele ser la primera persona que detecta cambios en tu salud ocular que podrían indicar una enfermedad más grave, como la diabetes de tipo 2.
